la importancia del branding y el posicionamiento de marca

Posicionamiento de marca: factor clave para definir una estrategia de branding

Marketing&Branding

Jessika Mujica

UI Designer & Brand Analyst

Podríamos decir que el branding se basa en todo aquello que el consumidor dice que somos como marca y las impresiones que creamos en él. Y, la manera más rápida de causar esas impresiones, es a través de una identidad visual. Ese primer impacto con el que se topa nuestro público.

Los orígenes de la identidad visual se remontan a las primeras tribus, en las que los miembros de cada una de ellas se distinguían del resto con lenguajes, sonidos y marcas diferenciales en su cuerpo, así como posteriormente lo plasmaron los nobles y caballeros a través de los colores de sus escudos como representación de sus pueblos.

Aún así, a día de hoy, vemos incontables marcas, productos y servicios muy similares que, aunque apuestan por identidades visuales creativas, únicas y consistentes para resaltar su diferenciación, con el tiempo acaban por no ser memorables.

Cuando la diferencia entre productos es mínima, existe una necesidad inminente de crear una diferenciación emocional, y es ahí cuando el branding juega su papel. Pero no todo vale a la hora de crearlo.

Aunque, en ocasiones, se pueda pensar que el branding se resume en un logotipo, la realidad es que necesitamos ir más allá y saber en qué territorio vamos a posicionar la marca para que el mismo tenga éxito. Porque cuando pensamos en Apple, no pensamos en una “manzana mordida”, ¿verdad?

Branding y posicionamiento de marca

El branding ha hecho un increíble progreso con el paso de los años, guiando a muchos negocios en la consecución de una ruta consistente que les permita alcanzar sus objetivos, dirigiendo el foco de atención de los consumidores hacia aquello que realmente hace a cada marca relevante y auténtica. Pero nada de esto pasa, en primera instancia, por la identidad visual si la misma no va a acompañada de un buen posicionamiento que consiga hacer a la empresa ser relevante y competitiva de manera consecuente en el tiempo.

¿Qué es el posicionamiento de marca? Estrategia de posicionamiento de marca

El posicionamiento de una marca es una estrategia. Posicionar es decidir el territorio de marca en el que es mejor situarnos para competir por un espacio en la mente y en las emociones de los consumidores, e incluso de la sociedad, teniendo en cuenta nuestras cualidades, las oportunidades del mercado, tendencias y expectativas actuales.

estrategia de posicionamiento de marca para ser memorables y relevantes

Siempre existe una impresión y una opinión con respecto a cualquier cosa, sea intencionada o no. Con las marcas sucede lo mismo. Una estrategia de posicionamiento de marca nos permite tener el control sobre la mayor parte de esas impresiones que transmitimos.

Un buen posicionamiento logra:

  • Diferenciarnos de forma inminente
  • Impulsar nuestra propuesta de valor
  • Crear plataformas de crecimiento y desarrollo de Producto
  • Sentar las bases para una estrategia de comunicación y diseño enfocada y coherente que nos permita contarle al mundo (consumidores, posibles consumidores y competencia), sin complejidad, quiénes somos y qué podemos ofrecer.

Porque no es lo mismo contar que vendemos ordenadores de alta tecnología (nada diferencial y complejo de entender), que hacerte sentir que con nuestros productos tendrás acceso a una tecnología ilimitada que te permitirá crear cualquier cosa que imagines.

Cada una de las marcas, por única que sea, necesitará implementar una estrategia de branding detallada, basada en el posicionamiento y el territorio de marca que queremos conquistar, evitando caer en el establecimiento de objetivos comunes para todas las empresas.

Errores más comunes al establecer una estrategia de branding basada en el posicionamiento

1. Poca claridad en las expectativas. Todos buscamos conseguir un producto o servicio memorable pero, en muchas ocasiones, las marcas tienden a empezar el proceso de posicionamiento con suposiciones sobre cuál será el resultado final. Para crear una experiencia en la mente de las personas, marca y agencia deben establecer expectativas reales y crear un modelo colaborativo que permita poner en marcha la estrategia de posicionamiento de manera efectiva.

2. No entender lo que las personas necesitan. Posicionar una marca no solo se trata de ocupar un nuevo territorio, o de ser increíblemente creativos e innovadores, sino que tenemos que enfocarnos en adaptarnos al día a día y a la realidad que vive nuestro buyer, siendo capaces de satisfacer sus necesidades (incluso cuando no son conscientes de que las tienen) y aportándoles una solución a su problema.

3. No reflejar nuestra esencia. Aunque nuestra prioridad a la hora de posicionar y comunicar lo que somos siempre debe recaer en las personas, a menudo, nos enfocamos en gritarle al mundo lo que podemos hacer por él sin creernos nuestro propio discurso.

¿Habéis oído alguna vez la frase de “no puedes amar a nadie si no te amas a ti mismo”? Lo mismo pasa con las marcas. El primer paso es convencernos a nosotros mismos de lo que somos para comunicárselo a nuestro público.

El posicionamiento debe reflejar la esencia y la visión de cada una de las personas que forman parte de la marca, y este es un reto al que comúnmente se enfrentan las empresas.

4. Creer que es un proceso con un inicio y un fin. Lo cierto es que el posicionamiento sí tiene un inicio, pero el fin es señal de una mala estrategia.

Las buenas estrategias de branding crean las herramientas necesarias para que el posicionamiento se pueda trabajar y evolucionar con el paso del tiempo, y es importante que cada marca comprenda la importancia de mantener “el tren en marcha” con una identidad visual y una estrategia de marketing y comunicación coherente y consistente con dicho posicionamiento.

5. Olvidarnos del producto/servicio.
Aunque no es lo único relevante, el producto o servicio juega un papel fundamental en el posicionamiento de una marca. Nuestro portfolio debe ir en la misma dirección.

Debemos agrupar, ordenar o segmentar nuestros productos y servicios para que proyecten la propuesta de valor de la marca, reduciendo así la incertidumbre de quien la mira por primera vez. Porque aunque seamos una marca distintiva, las personas no conectan con lo que no entienden.

Pongamos un ejemplo.

Una marca de lápices puede posicionarse desde un territorio artístico y sus productos, alineados con este territorio, pueden tener un diseño elegante segmentando los lápices según diferentes artistas famosos. Por ejemplo, la colección “Da Vinci” para arquitectos, la línea “Van Gogh” para los artistas…, etc.
Si, por otro lado, esta marca decidiera posicionarse desde un territorio aventurero, el producto podría invitar al consumidor a dibujar espacios fuera de lo común, segmentando sus productos para distintas aventuras. Por ejemplo, “Oceanic” para lápices que pueden mojarse, “Sunset pastel” para lápices de color pastel…

Al fin y al cabo, se trata de integrar el territorio de marca y la experiencia para comunicar de forma efectiva lo que somos.

La mayoría de las empresas hoy en día son capaces de hacer y comunicar cosas increíbles. El rol del branding aquí es dirigir esa línea de comunicación y ayudar a las organizaciones durante los momentos disruptivos, identificando las oportunidades y convirtiéndolas en una realidad para la marca. Necesitamos comprender los objetivos a corto y largo plazo, trazar metas con expectativas claras, entender quiénes somos, qué queremos ser y, luego, construir ese puente para llegar y mantenernos en la mente de los consumidores.

Y, ese puente, comienza en el posicionamiento.

En Pinchaaqui.es, como agencia de branding especializada en el posicionamiento de marca, nos encargamos de que nuestros clientes consigan una identidad de marca y posicionamiento idóneos. ¿Quieres saber más? ¡Contacta con nosotros?

Ana Mata