Trailwalker Intermón Euskadi 2017 | 100km de emoción, ilusión y motivación. Por Marta Torres

Ilusión + emoción + motivación. Esta combinación ‘a tres’ ha sido un requisito indispensable para formar parte del equipo de logística de nuestros imbatibles PinchaWalkers. Y es que, las cuatro compañeras del equipo de apoyo hemos estado a su lado día y noche en cada punto de avituallamiento, motivándoles y animándoles a que siguieran sumando kilómetros.

Nunca antes había participado en una carrera de esta envergadura y mucho menos sabía cuál era el rol exacto que despeñaba un equipo de logística. Ahora que lo he vivido en primera persona, sé que no hubiera sido posible haberlo hecho sin llevar en la mochila…

⇀ Ilusión

Tras cada etapa (de unos 10km aproximadamente cada una), las ganas de ver a nuestros héroes en cada avituallamiento incrementaban y deseábamos que llegaran bien, sin dolores ni sufrimiento. Nuestro trabajo ha sido muy gratificante: no sólo nos encargábamos de que no les faltara de nada, sino de lo más importante, recibirles con una gran sonrisa y apoyarles hasta el final.

⇀ Emoción

A medida que nuestros PinchaWalkers iban sumando kilómetros a sus espaldas, nuestra emoción por ver cómo lo conseguían también iba in crescendo.  ¡Estábamos siendo testigos del logro de su propio reto!

⇀ Motivación

Al grito de “¡Animoak!”, animábamos a nuestros pajaritos en cada avituallamiento, que como aves rapaces han sabido devorar los 100km de la carrera, tanto es así  que en alguna etapa incluso han adelantado posiciones y a nosotras… ¡también nos ha tocado correr!

Recuerdo que…

Durante la última semana antes volar hacia Vitoria, soñaba cada noche con cierto nerviosismo (cual niña la noche antes de disfrutar de una excursión del colegio) en cómo serían capaces de recorrer 100 km nuestros ocho súper corredores y cómo nosotras podríamos hacer bien nuestro trabajo como equipo de apoyo para que a ellos no les faltara de nada. Bien, la imaginación quedó únicamente en eso. Porque la realidad ha superado cualquier sueño, y es que todos ellos han conseguido algo que pocos pueden decir. Compañeros, amigos… ¡sois unos cracks!

Yo no he sido corredora, pero como compañera del equipo de apoyo lo que sí puedo decir es que nuestros PinchaWalkers han formado un gran equipo que se ha convertido en casi una familia durante los 100 km que han recorrido juntos, y bien es cierto que una familia unida es capaz de superar cualquier obstáculo. Y vosotros, nuestros PinchaWalkers, habéis sido capaces de recorrer 100 km (muy duros, eso sí), así que sentiros orgullosos porque acabáis de escribir el principio de una bonita historia en el libro de los sueños de Pinchaaquí.

Las alas de nuestros Pinchawalkers acaban de alzar el vuelo de las carreras. Así que: “Oxfam Intermón, ¡nos vemos el año que viene!”